El vino es una bebida muy popular en la dieta mediterránea, sobre todo el vino tinto. Pero lo cierto es que el vino puede ser perjudicial para los dientes, afectando principalmente al esmalte de estos. 🦷
El vino, debido a sus componentes ácidos, taninos y tintes naturales, provocan porosidades en el esmalte y facilitan que el diente se manche, sobre todo del vino tinto. El vino blanco puede provocar las mismas porosidades, pero no manchará el diente al ser blanco.
Para combatir las manchas en el esmalte dental, puedes:
▪ Evitar cepillarte los dientes tras el consumo de vino, evitando así la fricción del ácido con el cepillo sobre la superficie
▪ No beber vino tinto tras haber bebido vino blanco, pues el exceso de ácido del vino blanco ya existente en los dientes agravará las manchas
▪ Mantén un cuidado de tu esmalte adecuado para prevenir la acumulación de placa. Así, el pigmento del vino no se adherirá fácilmente a los dientes
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